En las decisiones que afectan a nuestra vida a veces sentimos más seguridad, y otras veces dudamos y dudamos…
En la crianza sucede lo mismo: ya sea en las decisiones más generales como en las pequeñas cosas del día a día: ¿está bien que lo castigue? ¿cómo lo hago? ¿le dejo venir a dormir a mi cama? …… Y así podemos alargarnos mucho tiempo.
Es normal. Todo el mundo duda en algunos momentos. Y es que los niños y niñas no vienen con un librito de instrucciones sobre qué hacer en cada caso. Tampoco sirven recetas que puedan aplicarse en los mismos temas para todos los niños/as.
CADA CASO Y PERSONA ES TODO UN MUNDO.
Primero de todo, te invito a relajarte y aceptar que no siempre vas a tener la solución a todo. Que hará falta probar, equivocarse y volver a probar hasta encontrar una forma de actuar delante de cada situación. No tienes que tomar una decisión definitiva siempre, podemos ir adaptándonos a cada momento.
El miedo en la crianza existe. El miedo es parte de nuestra naturaleza, y la crianza implica remover emociones.
Miedo a que los hijos/as se hagan daño físicamente, que nosotros/as les hagamos daño emocional sin la intención de hacerlo, de que sufran por un problema en la escuela o por la separación de la familia, de no saber cómo acompañarles emocionalmente, de no estar suficientemente presentes (el trabajo oprime a las familias), etc.
RESPIRA.
Tu hijo o hija va a crecer igualmente y es imposible librarle del dolor que implica vivir: la vida está llena de alegría y dicha, y a la vez también implica vivir dificultades. ¡Incluso en la infancia! Es una etapa más de la vida, idealizarla es un error y nos aleja de la realidad.
Para superar los miedos el camino es la CONFIANZA. Confía en que haces lo mejor que sabes en cada momento, en que incluso equivocándote puedes rectificar más adelante… Confía en tu hijo/a. Confía en la vida, es más sabia que nosotras. Y no es perfecta, también como nosotras.
✏️Texto de Gemma Puigcercós @educarjuntos
Ilustración de Albert Puigcercós @goril·la
